Alvaro y Ahila
El día empezaba como cualquier otro, ella inserta en su notas y él inmune con la mirada perdida; El se levanta, y tras una ducha prepara un rico desayuno compuesto por un aromático café, apenas dulce y con su toque personal de leche; Como él siempre dice, “Ni mucho ni poco” sólo lo justo para que el café sepa exquisito, mientras esto ocurre ella lo observa atónita, sus ojos brillan, sonríe se muestra encanta, Ahila decide prepararse su propio desayuno, un café generoso de leche, y cuando Álvaro está distraído leyendo el periódico ella coge una tostada de las que él había preparado; Transcurre media hora y Álvaro tiene que partir pues su jornada laboral comienza, sale de casa ignorando el rostro enamorado de Ahila, quien le dedica una sonrisa y un dulce "Que tengas un buen día amor", Álvaro parte su rostro esta inexpresivo, hace tiempo que está así, es joven y un trabajador honrado, en la oficina es muy querido, sin embargo ahora no es él; A la hora del almuerzo Álvaro regresa