EL PERFUME DEL CARNICERO
I. Todos los domingos acudía a misa y comulgaba religiosamente como dios manda, se confesaba previamente pues todas las semanas cometía pecado mortal. ─Perdóneme padre porque he pecado, hoy como siempre me ha ignorado, su desprecio me llena de ira, pero después de maquinar mi venganza, me he escondido en el ascensor y me he masturbado pensado en ella. ─Dime hijo mío ¿qué le has hecho esta vez? ─Esta vez ha sido perfecto padre, he conseguido que algunas personas firmen reclamaciones en su contra. ─Pero hijo, ¿tanto mal te ha hecho que le haces la vida imposible? ─No padre, simplemente ha cometido el error de ignorarme y tanto ella como todos los que se le acerquen pagaran caro ese desplante, se lo prometo. ─Hijo, y como quieres que yo te perdone si no te arrepientes, es mas continuas maquinando mayores maldades. ─Porque soy cristiano, y acudo a la iglesia cada domingo, porque hago donaciones, porque soy íntimo amigo del alcalde, porque tengo contactos en e