Miradas


Álvaro se había desplazado a la universidad con un sólo objetivo, conseguir que de Don Jaime de Pedro célebre escritor contemporáneo le contara el secreto que durante estos dos últimos años le había obsesionado.

_Álvaro, creo que deberías dejar al lado el tema tío ya han pasado dos años desde que desapareció.
_ Edu ¿Somos amigos? ¿Me respetas? A mi me parece muy bien que vosotros olvidéis yo no puedo ¡entiende!
_Perdona tío se que no tengo derecho a reclamarte nada y sobre todo después de confesarme tus sentimientos.
_Gracias.
_Cambiando de tema ¿Qué tal llevas tú lo de Richard y tú ex?
_No es mi ex ya lo sabes, yo nunca tuve nada con ella. Y como amigo que me considero de ambos si son felices desde luego me alegro un montón te lo juro.
_ Mira hacia allí.
_¿Qué ocurre, tío? Oooouuuu.
_Sabía que te gustaría, es increíble amigo pero casi puedo decir que te conozco como tú propia madre.
_Venga no exageres, además no he venido aquí a ligar hemos venido a conocer a este individuo.

Álvaro y Eduardo desde aquel trágico día se han convertido en inseparables. Eduardo continúa su noviazgo con Mónica, ambos son el mayor apoyo que ha tenido. Tras desaparecer Eva no ha dejado de buscar de indagar, e incluso se traslado tres meses después de su desaparición a vivir al municipio cercano al lugar del suceso para ver si así podía conseguir algún otro dato. Permaneció un mes todas sus vacaciones de verano.
Allí le hablaron de Don Jaime y desde el momento que supo de este hombre no paró hasta dar con el.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El horóscopo cariñoso

El Joven en el monasterio.

23 de abril, día del libro